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¿qué es la psicología del deporte?

“La Psicología del Deporte es una especialidad de la Psicología, dedicada al estudio de la conducta humana, sometida a la doble exigencia de producir rendimiento bajo condiciones específicas, y de adaptarse a un entorno social determinado.” (Fuente: Palatnik; 2014:62).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   NEUROCIENCIA COGNITIVA APLICADA al DEPORTE de ALTO NIVEL

 

 - Programas específicos para atletas, entrenadores, profesionales asesores y organizaciones:

   Ejes rectores: 

  • ¿Qué es el entrenamiento cerebral?

  • Relaciones entre pensamiento y rendimiento deportivo.

  • ¿Cómo debemos MOTIVAR a nuestros atletas ?

  • ¿Cómo puede el deportista conquistar CONFIANZA plena en sus capacidades?

  • Activación y transformación de la personalidad.

  • Videoanálisis deportivo y percepción.

  • Concepto y práctica de relajamiento.

  • "El juego interior" del deporte.

  • Mindfulness en el deporte, en la escuela y en las organizaciones.

  • Educación Deportiva en Valores: Hábitos saludables, comportamiento cívico, actitudes positivas, mentalidad ganadora. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 - ¿Qué hace el Psicólogo Deportivo?

Preserva la salud mental y emocional del atleta, entrenador, colaboradores técnicos e institucionales.

Mejora el rendimiento deportivo de atletas, entrenadores y colaboradores técnicos.

Potencia la identidad y el plan de vida de atletas, entrenadores y agentes sociales relacionados.

- ¿Cómo trabaja el Psicólogo Deportivo?

Definiendo prioridades de intervención con coordinadores y entrenadores.

Entrevistándose individualmente con los atletas.

Interviniendo colectivamente con planteles y equipos técnicos.

Reuniéndose con los padres, tutores o figuras adultas significativas de la vida del deportista.

Diseñando ayudas, soluciones, ejercicios y metodologías de entrenamiento de campo, para

las necesidades competitivas de atletas, entrenadores y equipos técnicos interdisciplinarios. 

 - ¿Para qué entrenamos?


Practicamos para potenciar nuestras capacidades de mentalización y ejecución. Para consolidar círculos virtuosos. Para transformar facultades en habilidades, o en "eficientes modelos de acción" (Eberspacher, 1990).

Las derivaciones posibles del presente enfoque para la doctrina del entrenamiento, deportivo y genérico, no son menos provocadoras:

Existe un elemento de "repetición" que se presenta como insoslayable y necesario.

La repetición choca contra un factor de la realidad, a saber, el riesgo del "aburrimiento" del individuo.

¿Cuál debe ser el "contenido" del entrenamiento?

¿Hasta qué punto debemos insistir en repetir, y a partir de qué momento debemos "variar"?

¿Cómo preservamos la creatividad del atleta y del entrenador ?

Si definimos el entrenamiento como "un estímulo concebido para producir un nivel de capacidad de respuesta individual máximo, en un orden de habilidades socialmente valorado", el atleta sometido al mismo debe percibir una conexión directa entre lo que hace y lo que intenta conseguir mediante la tarea administrada. Ello nos interpela continuamente a sistemas, profesionales, técnicos o adultos responsables. 

Debemos ser capaces de sortear con solvencia la legítima pregunta: ¿"Para qué me sirve" hacer esto? Debemos ser capaces de descodificarlo para que el entrenado lo digiera y nutra su convicción. Si consciente o involuntariamente administramos "cargas" al alumno, atleta o emprendedor, sin esta necesaria traducción, podremos, sin buscarlo, afectar negativamente su motivación. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 - Mindfulness del Deporte Individual

 

El deporte individual ofrece una oportunidad de autoconocimiento difícil de igualar por parte de sus homónimos colectivos. Lo que el atleta percibe inicialmente como una confrontación “contra otro”, tempranamente en el desarrollo del individuo puede devenir un camino de exploración. En efecto, el dato suministrado por su nivel actual de rendimiento-resultado, no es más que el pretexto que lo reconduce, cíclicamente, entre su afuera y su adentro. Desde el presente lugar postulamos al deporte individual como una actividad de introspección.

 

 

 

1.     CONSCIENCIA Personal

 

Entre diferentes potenciales conferidos por el deporte individual incluimos un mensaje sutil ofrendado al atleta: Crecer en autoconocimiento y percepción. La tarea deportiva, al oponer límite a nuestra capacidad físico-ejecutiva, desencadena nuestro modo original de responder al estímulo exterior. En este punto se instala una diferencia personal decisiva, que reside menos en mis registros de derrotas-triunfos, que en “mi modo de posicionarme frente a”; en otras palabras, en mi modo de buscar. ¿Buscar qué? Mis capacidades de acomodación a lo incómodo, inesperado o decepcionante. Mi estilo de buscar denuncia mi menor o mayor plasticidad anímica. Cualquier sea mi línea de base a cada momento de mi proceso vital, puedo delinear metas que me enfoquen y reenfoquen también en estos vectores de rendimiento.

 

2.     DOMINIO de Estados Mentales

 

Otra dimensión que resulta crítico transferir en edades tempranas es la facultad humana de influir su disposición anímica. Esto es, del mismo modo que nuestro organismo corporal puede afectar nuestra psiquis, inversamente disponemos la aptitud de influir nuestra condición somática y psicológica. Podemos elegir nuestro estado de ánimo !!! Nuestra capacidad de autorregulación emocional –persistir en la prosecución de metas frente a distractores-se descentra del resultado de mi ensayo; esto es, nuestra visión del deporte, y quizás de otros universos de autoexposición del temperamento humano, potencialmente me permite despegarme afectivamente del resultado pasado o inminente de mi ejecución. En la derrota o triunfo circunstanciales, y en todo el espectro de matices inherentes, puedo elegir posicionarme y afrontar psicofísicamente, sin condicionamientos. La presente visión se enseña y entrena, paciente y gentilmente, por diferentes medios y acercamientos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Instituciones Educativas / Taller I: ¿Cómo manejar la frustración?

Estrategias conceptuales y herramientas de campo para afrontar y transformar la frustración del alumno en Educación Física, Deportes y Recreación 

 

Contenidos iniciales:

 

  1.  Frustración: ¿Qué es y qué función cumple?

  2.  Emoción.

  3.  Digitalizar y experimentar.

  4.  La era de cristal y la (CPA).

  5.  Expectativa.

Instituciones Educativas / Taller II: El Profesor de Educación Física y Deportes

Herramientas psicológico-deportivas, anímicas y sociales

 

Contenidos iniciales:

 

   1. Un rol sin paredes.

   2. Complejidad y demandas.

   3. Autoexposición y evaluación continua del Docente de (EF & D).

   4.  Lugar ocupado por la Educación Física, la Educación Deportiva y las Actividades Lúdicas en nuestras         sociedades.

   5.  Educación Deportiva en Valores (Palatnik, 2014:163).

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Entrenamiento Mental

Las habilidades motoras como caminar, correr, lanzar, agarrar, trepar o conducir un vehículo básico se aprenden y mejoran tempranamente en nuestra vida. A diferencia de ellas, a nuestras habilidades mentales las empleamos indirectamente o por default, sin mayor consciencia de la conveniencia de aprenderlas, practicarlas e incorporarlas al servicio de la mejora continua del rendimiento de diferentes poblaciones específicas como atletas de alto nivel, artistas, estudiantes, investigadores, profesionales, emprendedores, empresarios, y por supuesto, población general motivada. 

Por Entrenamiento Mental comprendemos una oportunidad humana permanente, universalmente accesible, natural, inocua, conveniente y económica de autoestimular un conjunto de facultades relacionadas con el pensamiento, la imaginación, la memoria (Eberspacher, 1990), aunque también, y de forma decisiva, vinculadas con el desarrollo de una clase diferente de capacidades que le permiten al ser humano edificarse y sostener su autoconstrucción y espíritu de conquista a lo largo de su plan  y proceso vitales.

¿Para qué sirve el Entrenamiento Mental?

Para apoyar y perfeccionar nuestra conducta de logro. ¿Qué clase de comportamientos? Virtualmente todos las que nos demanden la exhibición de un determinado nivel de habilidad y realización en órdenes socialmente valorados, como marcas atléticas, creativas, de conocimiento, emprendimiento o innovación. El Entrenamiento Mental no sustituye prácticas tradicionales de aprendizaje, como asistir a clases en la escuela, estudiar idiomas en el instituto, practicar regularmente un deporte en un club o equipo, o asistir a un taller de pintura. Puede, sí, debidamente enseñado e instalado, potenciar decisivamente el desempeño humano, en primer lugar, comparado consigo mismo.

¿Qué habilidades enseña el Entrenamiento Mental?

Potencialmente una combinación de inteligencias única para cada individuo, irrepetible, intransferible. Sin embargo, podemos plantear como un punto de partida común a nuestra condición, un impacto transformador en las siguientes  dimensiones:

Autoconocimiento.

Consciencia de nuestra búsqueda.

Relacionamiento con nosotros mismos.

Demostración de capacidades aprendidas bajo tensión competitiva.

Entiendo que aquéllos impacientes por resultados inmediatos (todos podremos estarlo) podrán sentir este enunciado un tanto despegado de nuestra realidad cotidiana, en ocasiones urgida por exhibir rendimientos contrastables. Sin embargo, una cierta práctica de observación, en nuestra experiencia profesional y humana, podrá regalarnos retornos inesperadamente positivos y exitosos. No es magia, sino exactamente su contrario: Utilizar y optimizar un conjunto de facultades y herramientas a nuestra permanente y natural disposición, con una finalidad positiva. 

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