Mindfulness del Deporte Individual
El deporte individual ofrece una oportunidad de autoconocimiento difícil de igualar por parte de sus homónimos colectivos. Lo que el atleta percibe inicialmente como una confrontación “contra otro”, tempranamente en el desarrollo del individuo puede devenir un camino de exploración. En efecto, el dato suministrado por su nivel actual de rendimiento-resultado, no es más que el pretexto que lo reconduce, cíclicamente, entre su afuera y su adentro. Desde el presente lugar postulamos al deporte individual como una actividad de introspección.
[if !supportLists]1. [endif]CONSCIENCIA Personal
Entre diferentes potenciales conferidos por el deporte individual incluimos un mensaje sutil ofrendado al atleta: Crecer en autoconocimiento y percepción. La tarea deportiva, al oponer límite a nuestra capacidad físico-ejecutiva, desencadena nuestro modo original de responder al estímulo exterior. En este punto se instala una diferencia personal decisiva, que reside menos en mis registros de derrotas-triunfos, que en “mi modo de posicionarme frente a”; en otras palabras, en mi modo de buscar. ¿Buscar qué? Mis capacidades de acomodación a lo incómodo, inesperado o decepcionante. Mi estilo de buscar denuncia mi menor o mayor plasticidad anímica. Cualquier sea mi línea de base a cada momento de mi proceso vital, puedo delinear metas que me enfoquen y reenfoquen también en estos vectores de rendimiento.
[if !supportLists]2. [endif]DOMINIO de Estados Mentales
Otra dimensión que resulta crítico transferir en edades tempranas es la facultad humana de influir su disposición anímica. Esto es, del mismo modo que nuestro organismo corporal puede afectar nuestra psiquis, inversamente disponemos la aptitud de influir nuestra condición somática y psicológica. Podemos elegir nuestro estado de ánimo !!! Nuestra capacidad de autorregulación emocional –persistir en la prosecución de metas frente a distractores-se descentra del resultado de mi ensayo; esto es, nuestra visión del deporte, y quizás de otros universos de autoexposición del temperamento humano, potencialmente me permite despegarme afectivamente del resultado pasado o inminente de mi ejecución. En la derrota o triunfo circunstanciales, y en todo el espectro de matices inherentes, puedo elegir posicionarme y afrontar psicofísicamente, sin condicionamientos. La presente visión se enseña y entrena, paciente y gentilmente, por diferentes medios y acercamientos.
[if !supportLists]3. [endif]EJECUCIÓN – Búsqueda Exterior
Experimentar es esencial a la práctica deportiva, como lo es la interpretación que efectúa el individuo de su ensayo. Pero no hay mirada hacia adentro si no hay tarea. La ejecución recae dentro de los ámbitos de influencia de técnicos y profesionales que pretendemos afectar positivamente los procesos de aprendizaje del atleta. La doctrina del entrenamiento dispara en el presente eje todas sus baterías, con la intención de catalizar la maduración del talento. Desde la presente perspectiva consideramos que practicamos para potenciar nuestras capacidades de mentalización y ejecución. Para consolidar círculos virtuosos. Para transformar facultades en habilidades, o en "eficientes modelos de acción" (Eberspacher, 1990). Fernández, Goldberg & Pascale (2013) definen "entrenamiento cerebral" como:
Fernández, Goldberg & Pascale (2013) definen "entrenamiento cerebral" como:
the structured and efficient use of mental exercises designed to build targeted brain-based networks and capacities. Its aim is to improve specific brain functions, similar to physical conditioning training. Since "neurons that fire together wire together" (Ley de Hebbs) repeatedly stimulating (i.e. training) a specific network of neurons results in new and strengthened connections in this network. This in turn translates into improved neuronal efficiency that can result in better and more sustained performance.
Las derivaciones posibles de esta operacional definición para la doctrina del entrenamiento, deportivo y genérico, no son menos provocadoras:
Existe un elemento de "repetición" que se presenta como insoslayable y necesario.
La repetición choca contra un factor de la realidad, a saber, el riesgo del "aburrimiento" del individuo.
¿Cuál debe ser el "contenido" del entrenamiento?
¿Hasta qué punto debemos insistir en repetir, y a partir de qué momento debemos "variar"?
¿Cómo preservamos la creatividad del atleta y del entrenador ?
Si definimos el entrenamiento como un estímulo concebido para producir un nivel de rendimiento máximo en un orden de habilidades socialmente valorado, el individuo sometido al mismo debe percibir una conexión directa entre lo que hace y lo que intenta conseguir mediante lo que hace. Ello nos interpela continuamente a sistemas, profesionales, técnicos o adultos responsables.
Debemos ser capaces de sortear con solvencia la legítima pregunta: ¿"Para qué me sirve" hacer esto? Debemos ser capaces de descodificarlo para que el entrenado lo digiera y nutra su convicción. Si consciente o involuntariamente administramos "cargas" al alumno, atleta o emprendedor, sin esta necesaria traducción, podremos, sin buscarlo, afectar negativamente su motivación.
[if !supportLists]4. [endif]RUTINA INTERNA – Centering-
Trabajando con atletas jóvenes he acuñado el término –y fenómeno- de “musculatura interna”, al referirme al potencial expansivo de las facultades atencionales del individuo humano sometido a condiciones de entrenamiento y competición. La Rutina Interna es una estructura encubierta o privada del atleta que le permite desplegar un puente de oxígeno –centering- con la finalidad de recuperar lucidez y capacidad de razonamiento táctico. Sobre dicho terreno, el individuo identifica carencias o errores, rectifica estrategia y define acciones subsiguientes. En síntesis, rescata control sobre su intención de juego, reimprimiéndole sentido e intensidad. Derivaciones decisivas en la autorregulación emocional del alumno pueden seguirse de la presente herramienta, desde un lugar de estímulo de una cierta capacidad de demora de la obtención de gratificación. Expresado en otros términos, puede promover capacidad de tolerancia y adaptación a frustraciones más o menos persistentes, como de agudización de recursos de resolución de las mismas. En el camino, y como hemos reflexionado, el atleta, si quiere, aprende a conocerse y experimentar límite y potencialidad en la actuación de su tarea.
[if !supportLists]5. [endif]CONFIANZA Potenciada
Soltura y libertad de performance sostenidos en el tiempo, a través de circunstancias diversas, son el resultado de procesos de enseñanza-aprendizaje, en combinación química –única- con la personalidad del atleta. Esta última, por su vez, se encuentra sometida a fluctuaciones evolutivas. Confianza no precede el rendimiento, sino que en edades tempranas infantiles, juveniles y hasta adultas, lo poscede! Esto es, la maduración de rendimiento del ejecutante no es una premisa de la que partimos, sino un objetivo al que aspiramos. La confianza plena, incondicional, es un absoluto, un ideal, casi una utopía; no obstante ello, no deja de ser un horizonte digno, valedero y potenciador hacia el cual encolumnar voluntades y alinear la inversión del atleta. El posicionamiento de los agentes sociales de influencia juega un rol protagónico al vehiculizar sus interpretaciones al atleta, referidos a sus errores y aciertos. La calidad de aprendizajes del alumno, en términos de complejidad, riqueza o versatilidad de recursos de resolución de problemas, en alguna medida depende del ánimo infundido por sus referentes del mundo adulto frente a su accionar experimental.
[if !supportLists]6. [endif]AUTOCONOCIMIENTO –Búsqueda Interior-
La introspección habilitada por el deporte individual estimula la maduración de la atención y moldeamiento del carácter del alumno, al confrontarlo continuamente con renovados desafíos psicofísicos, de autorregulación emocional, social, y a la tarea deportiva propiamente dicha. Esta mirada “hacia dentro” se configura tempranamente en la historia de desarrollo del atleta en una saludable y noble gimnasia, forzado por sus aspiraciones de adaptación y éxito. Desde el presente lugar el deporte individual puede constituir un vehículo de crecimiento y trascendencia, impulsando al individuo a transformarse a partir de su implicación en la tarea –de entrenar, competir, compartir o viajar-. El alcance de la mirada interior es indeterminable. Se ofrece como oportunidad. Abre un camino de espiritualidad desde un plano de socialidad. Puede construir valores internos al individuo que refleje y replique externamente.